jueves, 18 de octubre de 2012

Carta a Catalunya y a España

Esteladas y bandera española
Fachada de un edificio en Pineda de Mar (Barcelona) a principios del verano.
Uno de los fenómenos de la vida política española en los últimos veinte años ha sido la aparición de regionalismos, nacionalismos, separatismos; esto es, movimientos de secesión étnica y territorial. ¿Son muchos los españoles que hayan llegado a hacerse cargo de cuál es la verdadera realidad histórica de tales movimientos? Me temo que no.
No soy nacionalista español ni catalán; sin embargo, hace ya años que decidí que votaría a favor de la independencia en un referéndum si este aconteciera. En consecuencia, no comparto la intención del gobierno de España de prohibir la consulta; tampoco la retórica malabarista de CiU para con la independencia. Y añado que la separación no me quita el sueño, aunque crea, sinceramente, que es la mejor opción para Cataluña y puede que también para el resto de España.

Muchas veces se culpa a Madrid de problemas que pueda tener Catalunya; y viceversa, en Madrid, se ha utilizado desde hace años a Euskadi y a Catalunya como cortina de humo para ocultar o desviar la atención de asuntos graves o del quehacer político cotidiano de los sucesivos gobiernos centrales. Este toma y daca me ha cansado. Hacia Catalunya hay continuos desprecios e incomprensión, y no solo desde instancias políticas o del poder español, sino desde el pueblo español hacia el pueblo catalán. Es cierto que también en sentido contrario, pero éste ha sido más una reacción. Hacia los catalanes se respira odio, tirria y esto se ve en tertulias de televisión o, más recientemente, desde la eclosión de internet, en comentarios y demás foros virtuales.

Claro que esta animadversión no es nueva. Saecula saeculorum. El Estatuto de Núria (1931) rezaba en su primer artículo que “Catalunya és un Estat Autònom dintre de la República Espanyola (…)” Pero el Estatuto que se aprobó en Madrid un año después apuntaba que “Catalunya es constitueix en regió autónoma, dins de l’Estat español (…)” ¿Os suena este “cepillado”? Como ironizaba Le Monde al respecto de las palabras de Wert sobre españolizar a los alumnos catalanes, estos políticos deben de ser infiltrados independentistas. El hartazgo, para muchos, de una y otra parte, es mutuo.

¿Cómo esperan que alguien desee permanecer en un colectivo si se siente –y no sin motivo- menospreciado?, ¿si parte de la población advierte, además, que España –la España que conocemos hoy día- ya no tiene futuro?, ¿si ya no existe proyecto común con el que todos los pueblos que la conforman puedan sentirse identificados? A esto hay que añadir que comunidades como la catalana y la vasca se sienten –por los motivos que fuera: económicos, culturales, históricos o desiderativos- una entidad diferenciada de la española dispuesta a emprender un proyecto nuevo que les ilusiona.

Hace unos años, creía que una España federal era posible, con Catalunya y Euskadi, por un lado, y el resto por el otro (la relación asimétrica, que se denomina). Ahora ya no lo veo así. Porque nadie o muy pocos en España conciben de esta manera la forma del Estado. Y si se hubiera llegado a ella, es muy probable que, al final, se desembocara en independencia, en especial, si la Unión Europea sobrevive a los tiempos que corren y se transforma en una especie de federación de estados. En tal situación, ¿qué sentido tendría una Catalunya federada con el resto de España si lo podría estar con el resto de países europeos? Desde que el presidente Artur Mas hablara por vez primera de estado catalán tras la manifestación de la Diada, ha cambiado mucho el sentido de sus declaraciones; ahora ya parece claro que no se refiere a un estado al uso. Intuyo que el gobierno español mantiene las críticas porque vislumbra que una federación se convertiría a la larga, de igual modo, en independencia.

¿Qué pasa en Catalunya?

Manifestación de la Diada 2012
Manifestación de la Diada de Catalunya, a su paso por Vía Layetana.
El párrafo con el que he abierto este post no es de ningún autor actual. Es un fragmento de la “España invertebrada”, obra escrita por el filósofo Ortega y Gasset en los años veinte del pasado siglo. Ha llovido mucho desde entonces pero ese fragmento –así como buena parte del libro- no resulta anacrónico. Es más, es muy congruente con el aquí y el ahora, como si hubiera sido escrito hoy mismo.

A diferencia de lo que pueda parecer al leer ese párrafo, Ortega no estaba por la labor de otorgar  autogobierno a Catalunya o Euskadi. Él achacaba los males de España a que había triunfado la mentalidad de la masa, esto es, el rebelarse a ser dirigidas por espíritus selectos, a los que la masa era incapaz ya siquiera de reconocer; porque, además, a lo largo de la historia de España habían sido escasos, a diferencia de otras naciones europeas. Sí que apuntaba a que los nacionalismos de Catalunya y Euskadi eran perjudiciales para la supervivencia de España, pero no por la identidad de ellas mismas, sino por la falta de proyecto y por el proceso de decadencia en el que estaba inmersa España desde hacía tres siglos (la Historia de España es la historia de una decadencia, venía a decir), y que se veía reflejada en la pérdida de colonias de ultramar. Los separatismos peninsulares no eran más, argumentaba, que una continuación de la disgregación que había arrancado con la paulatina pérdida de colonias. En sus palabras:
(…) estos separatismos de ahora no hacen sino continuar el progresivo desprendimiento territorial sufrido por España durante tres siglos.

El propósito de este ensayo es corregir la desviación en la puntería del pensamiento político al uso, que busca el mal radical del catalanismo y bizcaitarrismo en Cataluña y en Vizcaya, cuando no es allí donde se encuentra. ¿Dónde, pues?

Para mí esto no ofrece duda: cuando una sociedad se consume víctima del particularismo, puede siempre afirmarse que el primero en mostrarse particularista fue precisamente el Poder central. Y esto es lo que ha pasado en España.

La esencia del particularismo –define Ortega más arriba- es que cada parte deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia de compartir los sentimientos de los demás.
¿Entienden hoy día el pueblo español y sus políticos lo que ocurre en Catalunya? Me temo que sí. Saben de sobras que Catalunya y Euskadi son diferentes. Sólo habría que observar el arco parlamentario de cada una de ellas para darse cuenta de que hay partidos mayoritarios que no existen en otras comunidades y que en el Congreso de los Diputados solo representan a su comunidad autónoma (CiU, PNV, Bildu, ICV, ERC, SI…) Pero una cosa es darse cuenta de una realidad (hasta la todopoderosa Esperanza Aguirre se ha dado cuenta) y otra muy diferente que se actúe como desde gran parte de Catalunya quiere.

Gran parte de la ciudadanía ha anhelado que España se comportara como un estado plurinacional. A veces, así nos la han vendido (si ahora el ministro Gallardón quiere hacernos creer que Cataluña es parte nuclear de España, ésta última –y como él bien apunta- desaparecería una vez Cataluña se hubiera separado del resto, pero, si esto sucede, a España se la continuará llamando España, aunque en sentido estricto ya no lo fuera, siguiendo las tesis del titular de Justicia). Pero España tiende a la recentralización y ha considerado siempre el autogobierno y la diversidad cultural y nacional como un peligro para su integridad. De hecho, ha convertido casi en sinónimos los adjetivos “malvado” y “nacionalista”, cuando además el nacionalismo español es claro ejemplo de intransigencia y de patriotismo excesivo y excluyente. Siempre se ha mezclado y confundido a España con Castilla, aunque se niegue: “Porque no se le dé vueltas: España es una cosa hecha por Castilla (…)”, que sentenciaba también Ortega. Castilla sí que ha representado el núcleo de España y no una parte cualquiera. (He de decir que hay castellanos hartos también de esta confusión). A Catalunya se le han concedido derechos siempre tras negociaciones que han rebajado las exigencias iniciales. Digan lo que digan, son nacionalismos enfrentados. El español versus el catalán.

¿Pero cómo quiere esa gran parte de Catalunya que se obre? Esto lo dirán las urnas el próximo 25 de noviembre. Sin embargo, todo parece apuntar a que se desea un referéndum. Si Catalunya es parte nuclear de España y se la respeta, ¿no se debería permitir esta consulta? En fin, y aunque no fuera parte esencial, y aunque tras las elecciones solo un porcentaje bajo de votantes solicitara hacer la consulta. Me parece, de fondo, una mera cuestión de justicia. Los políticos, simplemente, deberían facilitar los cauces legales, que no legítimos, pues esos –insisto- ya existen. Por eso no quiero extenderme más para justificar algo que cae por su propio peso.

Aprovecho, sin embargo, para recordar que un referéndum también debería de poder ejercerse para decidir de una vez por todas si España quiere seguir siendo una monarquía (pero los gobiernos españoles tampoco están por la labor, por más que en este caso la soberanía del colectivo a consultar –toda España- no está en entredicho, cosa que dice de nuevo muy poco del supuesto cariz democrático de los partidos políticos). Los referéndums deberían poder convocarse con normalidad para decidir cuestiones trascendentes, como cuando España se embarcó en la guerra contra Irak.

De CiU no me fio. Las trampas de Mas

Desde la manifestación de la Diada, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no ha parado de hablar de “estado”, “estructuras de estado”, “nuevo estado en la UE”, etc. Incluso ya perfiló en una entrevista en La Vanguardia la pregunta que le gustaría que se hiciera en el referéndum: "¿Usted desea que Catalunya se convierta en un nuevo Estado de la UE?". Pese a que en ningún momento habla de independencia de España, a nadie se le escapa que, en base a estas declaraciones, el presidente ansía la independencia.

Al principio, creí que no pronunciaba la palabra “independencia” para diferenciarse de los postulados de ERC y por no herir sensibilidades, ya que muchos catalanes tenemos gran parte de familia y amistades fuera de Catalunya. Aún así, de sobras es conocida el arte oratoria del presidente –retórica, puntualizaría yo- por lo que convenía estar atento. En efecto, el viraje de sus declaraciones desde la Diada ha sido diminuto pero sustancial. ¿Después de haber hablado tan claramente de “estado”, dando a entender que aboga por la existencia de un estado catalán, cómo se refiere ahora a interdependencias, a puntos comunes con España en la seguridad y la defensa, y se queda tan ancho?

Manifestación de la Diada de Catalunya.
Una señera que quería ser estelada, en la manifestación de la Diada de Catalunya.
Ya resultaba extraño que los votantes de CiU de la noche a la mañana aplaudieran el discurso independentista de su líder (aunque ya sabemos cómo procede la grey). Pero es que ha habido más puntos preocupantes. Mas se ha referido a “consulta aunque no tenga el valor jurídico de un referéndum”. Y mucho antes de este viraje, el mismo expresidente Pujol aseguró que la independencia era “casi imposible”. ¿Pero qué pretende CiU? ¿Exige 10 para conseguir un 5, a costa de engañar a Catalunya? ¿Qué pide Mas: de nuevo migajas al estado español?

El grito en la calle fue por la independencia y por ese clamor el día después se destapó la veda y la ilusión de muchos hacia la independencia. Mas solo ha jugado, todo ha sido cálculo, estrategia y rédito partidista, si no ¿por qué solicita una mayoría en las elecciones para su federación si con el resto de fuerzas independentistas habrá, lo más probable, más que suficiente para hacer frente a Madrid? Si no hubiera ido de farol, Mas habría ganado muchos enteros porque habría sido honesto. Aún así la jugada le habrá salido casi perfecta, porque estoy seguro de que su rebaño no le castigará el 25-N por el engaño. Ha triunfado por ello. Pero, en justicia, y si los militantes y simpatizantes convergentes no recularan ahora, deshaciendo el camino señalado por el presidente tras la Diada, los partidos independentistas deberían atraer sus votos y CiU hundirse.

Incluso con todos los signos evidentes de que Mas no apuesta por un estado catalán, los políticos del poder español no bajan la guardia. Tampoco se fían de los tejemanejes del orador Mas. Y es que quién sabe si al final, también este golpe de timón es estrategia para que España afloje o que el estado interdependiente ahora propugnado no sea más que una estación hacia la independencia total, que como ya avancé más arriba, es el único puerto razonable si la UE se transforma al final del túnel en un estado federal.

Catalunya como estado

En los próximos meses, y según acaezcan los sucesos, me gustaría escribir sobre cómo quiero que sea la Catalunya estado, es decir, si se vislumbra finalmente esa posibilidad –que CiU no desea-. Puestos a montar un nuevo país, como ciudadano querría apuntar algunas ideas. Por ahora, solo me referiré a la lengua, ya que ha habido algunas voces que la han tratado.

Sobre la oficialidad del castellano y el catalán, defiendo las tesis de CiU y ERC. Deberían de ser ambas oficiales y seguir la estela de hoy día. Es más, si como ya dije en un post anterior, se excluyen sectores de la población el proyecto de un nuevo estado se desintegrará antes de empezar a caminar. Creo, sin embargo, que se debería avanzar más en el proceso de normalización lingüística del catalán. Como estado, por ejemplo, podría obligarse a compañías extranjeras a etiquetar productos en catalán. Al final del proceso de normalización, la inmersión lingüística debería desaparecer para dar paso, y cuanto antes fuera posible mejor, a la inmersión lingüística en inglés. De hecho, hace unos pocos días que la Universistat Autònoma de Barcelona ha anunciado que impartirá desde ya las clases de magisterio en inglés.

Proclamaba al principio que en un hipotético referéndum votaría “sí” a la independencia. Esta será mi opción siempre y cuando los artículos de la Constitución del hipotético y nuevo estado los considere razonables. Por eso, es una parte esencial –crucial- saber cómo será una futura Catalunya independiente. De ello pendería, en última instancia, mi voto favorable a la independencia. No voy a ir de Guatemala a Guatepeor. Se entiende.

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13 comentarios:

  1. Muy buen artículo! Yo también era reacio antes, y la instrumentalización de proceso por CiU tampoco me gusta, pero voy a votar 'sí' si nos convocan. Y creo que si el PP supera al PSC y se convierte en el gran partido anti-indepe mucha gente no estrictamente catalanista va a votar 'sí' o se a abstendrá de hacerlo en contra.

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  2. No aprendemos nunca. Lo más natural del mundo, que cada cual decida lo suyo, desnaturalizado de la forma más mezquina....

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  3. Hola, anónimo, yo no tengo tan claro que haya gente que vaya a votar que "sí" o a abstenerse porque el PP se convierta en el único partido "unionista". Sí que creo, en cambio, que haya quien se abstenga de votar a CiU en el 25N y no opte por votar al PP ni a Ciutadans, pero que en un supuesto referéndum voten que "no". Porque no quieren la independencia pero tampoco votar al PP o Ciutadans. Es más, según cómo se desarrolle todo, más de uno se abstendrá de votar si finalmente el referéndum se convierte en una consulta no vinculante (pese a que tendría fuerza moral una victoria del "sí", muchos se sentirían engañados si no se convoca un referéndum con todas sus consecuencias, y no uno de "juguete"). Saludos, anónimo, y gracias por tu aportación.

    Hola, manipulador de alimentos: Supongo que te refieres a que se deje hacer el referéndum. Sí, estoy contigo. Gracias por el comentario.

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  4. Tot això fa una miqueta de vertigen. Desitjaria la independència, com la desitja CIU. Certament la massa social no és al meu parer la suficient com per tenir un recolzament que legitimi tot el moviment. Si, hi ha molta gent, però quan surto al carrer jo no percebo això. El meu entorn (feina i familia) sembla que tothom sigui a hores d'ara independentista de tota la vida, però a mi em venen al cap molts amics que tinc :Heras, Jose"el Vila" i un llarg etc, que em fan dubtar que a curt termini siguem un estat propi.Passi el que passi, que jo sé el que passarà, que ningú prengui mal.

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  5. També hauriem de valorar el factor dinàmic del "conflicte", es a dir fins ara s'ha plantejat en aquests article amb les seves aportacions posteriors com si el tema fos estàtic i la gent decidís segons premises i creencies, crec que això es fals. Només a passat 1 mes del 11-s i hem viscut 10 anys seguit d'història de cop: Esmorzar a Madrid, rebuig pacte fiscal, convoc.electoral, resultat basc, internacionalització de Catalunya i arribada a Eurocambra del fet.
    Ens oblidem de tot tipus de maniobres efectudes per l'estat: primer el silenci absolut despres el 11-S (estat de xoc?), després: menyspreu, insults, amenaces i actualment la generació d'escenaris impossibles (bancarrotes, titols no convalidats, impacaments de pensions, abismes, quimeres i altres.
    Ara bé, si això és l'aparitiu a mig termini veurem manca de licitacions d'obres i infraestructures "presupostades" per ser efectuades que no arribaran a executar-se. Augment desmesurat de la inspecció fiscal a Catalunya. Més sentencies del TC. Desinversions en sectors estratègics per Cat. I finalment les inversions en obres impossibles (Corredor Central) o el manteniment de reglaments i estatus agressius en estructures com el Port, El Prat i les "nacionals-comarcals" i les autopistes. Amb això que vull dir?: Preparem-nos a incorporar i entendre segments de població del NO QUE VOTARAN SI, perque si el NO guanya el desastre i les ansies de venjança estaran servides. Aquí no invertiran ni per papereres durant anys i expoliaran tant que deixaran com a pàlid el color de l'or que van robar d'Amèrica.

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  6. Hola, últim anònim. No crec que ningú entengui això com un procés estàtic. Evidentment, cada dia passen coses noves, sobretot declaracions d'un costat i de l'altre. El més important, com dius, seran els fets. I que molta gent que podria votar que "sí", potser votarà que "no" per por a les represàlies de l'estat de què parles. I al revès, així com els menyspreus i insults han pogut generar independentisme, també les represàlies podrien augmentar el nombre de independentistes.

    Mira el meu amic Juncà, que vol una Catalunya independent, però que del seu comentari es desprèn que té certa por. "Que ningú prengui mal", arriba a dir. Això esperem, oi? Algunes enquestes amb què havia treballat el govern fa uns mesos parlaven del 51% que "sí", el 19% que "no" i la resta indecisos o abstencions. Com dius Juncà, ara sembla que tothom fos independent de tota la vida, però com apunta l'últim anònim, tot plegat és un procés molt dinàmic. I si ara, per exemple, el president Mas defensés que millor fora el "no", les enquestes pot ser que es decantarien més pel "no". O si triomfessin els missatges de por... Primer es parlarà al 25N i ja veruem què ocorre després. Per cert, Juncà, què creus que passarà? Digue'ns-ho. No et tallis.

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  7. Nueva encuesta sobre la independencia: http://rac1.org/blog/noticies/programes/el-mon-a-rac1/el-si-a-la-independencia-guanyaria-amb-un-53-dels-vots/

    "Ser o no ser de la UE", parece que sería decisivo, según esa encuesta.

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  8. El que passarà és res de res. Espanya no es pot permetre perdre quasi el seu 25% del PIB, s'enfonsaria i ho saben de sobres,no ens poden deixar anar, seria la banca rota d'Espanya.
    Donat el cas de proclamar la independència unilateralment, seria com el que va fer en Macià, sí, la va proclamar, però res més.
    Al cap i a la fi ningú es de cap lloc, ningú té arrels als peus ni és immortal, quan morim tots les muntanyes estaran al mateix lloc es diguin com es diguin. Tot es mou per la copdícia i la por. Els estats haurien de ser unes estrucctures administratives i ens fan creure que es la nostra identitat i que hem de lluitar per això. Que se'n vagin a la merda. A última hora va a la lluita es el pobre i qui la incita es el llest que mai hi és al conflicte, depen de la inconsciència de la gent, del que et facin creure que ets. Jo sóc jo, res més. No existeixen els països.
    That's what i think.

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  9. Molt d'acord amb el que dius.

    Però pensa també que les fronteres sempre s'han bellugat al llarg de la Història. Haver nascut a Barcelona (España) no té per què impedir morir a Barcelona (Catalunya). Passa que portem uns quants anys vivint sense moviment de fronteres a Espanya, però això no té per què ser així per sempre més, com de fet no ho serà. Quan durarà Espanya? Quan durarà Catalunya? Quan duraran els Estats Units? Panta rei...

    Quant als conflictes, espero que no arribi la sang al riu. Però, sí, quan n'hi ha no van els reis ni els prínceps, fa molts segles que ja no hi van. I sovint, com dius, tot es fa per conservar les quotes de poder de les classes dirigents i privilegiades.

    Amb tot, em reafirmo. España tal com està és inaguantable: PP i PSOE s'alternen i no hi ha canvis substancials. M'estimo més provar un nou estat. Votaria que "sí" a un referéndum, si és que, com deia al post, no anem de "Guatemala a guatepeor".

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  10. Pues la verdad es que no entiendo nada de todo lo relacionado con los nacionalismos en general, dice el autor que no es independentista pero que votará a favor de la independencia, vaya una contradicción.
    En fin que los nacionalistas piensan que Cataluña no forman parte de las Españas, así era como se llamaba este Estado desde el punto de vista histórico, formado por muchos reinos, entre ellos la Corona de Aragón del que Cataluña era un conglomerado de condados formados a partir de la Marca Hispánica. Si se quieren "independizar" porque crean que económicamente les irá mejor, pues que se vote y lo hagan si pueden, pero me molesta enormemente que se utilice la manipulación con fines políticos de la Historia como excusa. Parecen vendernos la falsa idea de que Cataluña fuera un compartimento estanco donde la población nunca se ha movido y que además era una especie de colonia del resto de los reinos y comarcas de las Españas. Pero es al revés, de Cataluña se parte para colonizar el resto de las Españas. Tengo antepasados catalanes que se fueron un día de Cataluña (creemos que perseguidos por la Inquisición) a colonizar en libertad el resto de las Españas, tengo también apellidos vascos navarros de pura cepa y Rh-, antepasados gallegos y he descubierto que posiblemente tenga antepasados indígenas americanos, para más crisol nací en Madrid y vivo en Andalucía ... Me llama poderosamente la atención el hecho de que se reduce el concepto de España tan solo a "Castilla", (no aclaran si la Nueva o la Vieja o tal vez se refieran al Reino "medieval" de Castilla) y se olviden del Reino de Aragón del que Cataluña formaba parte y otros reinos de la península como el Reino de Navarra (de donde provenían otros antepasados míos), de América, de los judíos sefardíes, incluso existía el pequeño Reino de Jaén...y lo más sorprendente es que identifican todo esto con "Franco", dictador gallego, nacido más de 400 años después de la unión de los reinos principales de la península y muerto hace casi 40 años, que parece que todos los nacionalistas estén empeñados en resucitar. Será porque además favoreció enormemente en la postguerra a Cataluña y Vascongadas en detrimento del resto del país que pasaba hambre, (incluida su tierra natal), entonces parecía no importarle demasiado a los hoy "muy catalanes que no españoles" que no les dejara hablar en su lengua, haciendo suyo ese refrán tan español de "dame pan y dime tonto".
    Hasta hace poco incluso estaba orgullosa de mi apellido catalán que todavía conservo, pero ahora me avergüenzo de él por tanto fanatismo, manipulación y utilización espuria de la Historia y del concepto de España de los que se llaman nacionalistas, siento que éstos están renegando de esta forma de mis antepasados catalanes, también de mis antepasados vasconavarros, gallegos, hispanoamericanos... Por último creo que la independencia es un error, pongo como botón de ejemplo una empresa de transportes que tienen unos familiares míos con muchas relaciones con Cataluña, crean riqueza en el resto del país y también en Cataluña, pero si les coartan con impuestos aranceles y/o fronteras corre peligro de desaparecer o bien tendrán que buscarse otro "país" en el que sea más fácil y menos peligroso hacer negocios. Dejando aparte que muchos hijos, padres y hermanos se convertirían en extranjeros entre sí, creando numerosos problemas en las relaciones jurídico familiares, que también es el caso de muchos conocidos y parientes míos. Creo que lo realmente necesario es que se hagan esfuerzos para salir de la crisis, pero es más fácil esconder las miserias, la incompetencia y la incuria de los líderes de Cataluña en el nacionalismo y echarle la culpa al otro, esto tampoco es nuevo en la Historia, así se han creado muchos conflictos donde antes no había.

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    1. Anónima, ha leído usted mal. Abogo por la independencia, pero no soy nacionalista.

      De todas formas, a usted -como a muchos otros españoles y catalanes- lo que le molesta es que muchas personas en Catalunya quieran independizarse. Buscan entonces "motivos" para desacreditar la independencia, pero no son motivos sino "cerros de Úbeda", porque al final la primera y última razón para que un territorio se pudiera separar del resto debería ser la voluntad de una mayoría.

      Y esto se puede saber o bien mediante referéndum o bien mediante elecciones plebiscitarias. Pero ya sabe usted que el poder español no quiere ni oír hablar de referéndums. Oigan, podrán estar o no de acuerdo con la independencia -solo faltaría- pero que no se permita el referéndum es una cuestión de voluntad política y democrática, de la que por ahora carece el estado español.

      Aunque como le digo en el post, no creo -sinceramente- que la intención de CiU sea independizarse de España.

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  11. Pues la verdad es que no nos entendemos mutuamente, pues partimos de conceptos distintos completamente, por ej. eso que Vd. llama "poder español" yo opino que no existe, otra cosa es que lo necesiten los políticos como argumento. Hay 17 comunidades autonómas con compentencias distintas y legislaciones distintas e identidades distintas, presuntamente, de la española, ya se han encargado de adoctrinar y sociolizar a los futuros ciudadanos en la escuela durante muchos años todas las Comunidades Autónomas, sin excepción.
    Comunidades en las que el presidente y acólitos de turno manejan a las personas como si fuera su Cortijo, Masía o Caserío etc... comprando votos clientelares de diversas maneras. En eso coincido con Vd.,la democracia brilla por su ausencia en prácticamente casi todas las comunidades autonómas de lo Vd llama "Estado Español", en el que sus Instituciones hacen aguas por todas partes.
    El referéndum seguramente se hará no solo en Cataluña, seguirán en el País Vasco Ibérico, o como quiera llamarlo, (lo pongo así para diferenciarlo del francés) y luego seguirán el resto de comunidades. El camino ya está hecho y no hay vuelta atrás.

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  12. Saludos, de nuevo, anónima. Lamento, sin embargo, que no desveles tu identidad. Aun así celebro que no insultes, como otros hacen sin más escondiéndose en el anonimato.

    Creo que el poder español es muy palpable: ministerios, leyes, organismos, instituciones, asociaciones, iglesias (católica, claro), sindicatos, partidos nacionalistas españoles -en especial el PP y el PSOE-, empresas, intereses económicos, embajadas y, ejem, las fuerzas de seguridad (ejército, CNI, Policía Nacional, Guardia Civil, etc)... Incluso las CCAA son estado, propuestas y diseñadas desde el poder español, con la aquiescencia o resignación del nacionalismo periférico en la Transición.

    Muchas veces, insisto, tiende a confundirse algo español con algo castellano, por ejemplo, el idioma. El "poder español" no solo no ha respetado en ocasiones las diversas culturas y pueblos que conforman España, sino que ni ha aprovechado tal diversidad y riqueza; al contrario, más bien las ha atacado. Algo de lo que habría tenido que sentirse "orgulloso" lo ha denostado y menospreciado.

    Si no existiera ese poder español, España sería una confederación de estados –sin un poder centralizado, que ahora sí existe-. Quizás de esta guisa muchos catalanes y vascos se hubieran sentido más a gusto, pero ahora un cambio en ese sentido ni lo veo probable por parte del poder español ni ya deseable por gran parte de los catalanes. Ese tiempo, como el del federalismo creo que ha muerto.

    No veo tan sencillo que se celebren los referéndums y que sean vinculantes. Y tampoco veo claro que otras comunidades sigan los pasos de Catalunya, salvo quizás Euskadi y alguna otra.

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