Ya conocemos los índices de paro, los recortes, las subidas de impuestos… y, encima, la corrupción. En muchas ocasiones he hablado de la
crisis y de las manifestaciones debidas a ella. De forma más concreta, me he referido
al comedor social El Caliu (en mi barrio, Horta, Barcelona) o a las
acciones del 15-M en Horta contra la pobreza. O a
la ristra de carritos que esperan a ser saciados en una parroquia de mi distrito. Ahora publico esta foto:
|
Comida depositada sobre un cajón eléctrico. |
Seguro que de un tiempo a esta parte habéis notado con claridad cómo
ha aumentado el número de personas que busca en los contenedores de basura de Barcelona. Y también
la cantidad de cajeros ocupados por las noches o, quizás, más mendigos que antes.
|
Tres personas dispuestas a pernoctar este verano en un cajero de Barcelona. Esto hace mucho que dejó de ser noticia. |
Pero hasta este sábado
nunca había visto comida dejada en la vía pública, sin más. Había encontrado libros o ropa, pero no comida. Y libros y ropa, ya antes de la crisis. Mi hermano iba conmigo cuando hemos topado con ella. Me ha explicado que en Melilla –donde cumplió el servicio militar hace unos 15 años-
la población musulmana acostumbraba, sobre todo las mujeres, a dejar comida en mobiliario urbano, accesible a cualquier transeúnte necesitado. Y si encontraban algo tirado, lo colocaban en lugares altos, a la vista.
__________________________________________________________________________
Si te gusta horizonteFBT
suscríbete al blog escribiendo tu dirección de correo en la parte superior de la columna de la derecha, o
sígueme en Facebook, Twitter, Google plus, Pinterest y Linkedin. También te solicito que
me ayudes a difundir el blog por tus contactos y redes sociales. Y, por supuesto, aún puedes reservar
un ejemplar -o los que desees- del
libro Pajas Mentales (quedan 20 unidades en papel). Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario