De Barcelona a Casas Altas andando, ¿por qué no?

Cuenta la leyenda en el pueblo de mis padres (Casas Altas, Valencia) que el tío Cayetano -disculpe la familia si su nombre no se escribe así- viajó de Casas Altas a Barcelona andando y que la caminata duró un mes. Este anciano era conocido en el pueblo no por el supuesto viaje, sino por su avanzada edad; de hecho, falleció con más de 100 años.

De niño, recuerdo haber hablado una vez con este hombre ya muy mayor por aquel entonces. Al verlo sentado en la puerta de su casa, me acerqué y ni corto ni perezoso le pregunté:

-¿Es usted el tío Cayetano?

Simplemente, asintió. Hasta aquí la única vivencia directa que mantuve con aquella persona. No sé cuándo me explicaron la hazaña ni quién lo hizo. Sea realidad o no, me he propuesto emularla el año que viene -y no este verano-, pero en sentido inverso, es decir, partir de Barcelona y alcanzar Casas Altas en un mes como máximo.

Por supuesto, no están en proporción. La Avenida Diagonal de Barcelona supera los 10 kilómetros de longitud, y en la imagen no aparece toda la ciudad. Casas Altas dibuja una L de 400 por 350 metros, más o menos.

Hace varios años que me ronda esta insensatez por la cabeza, siempre escurridiza, fugaz, en plan: ‘Estaría bien hacerlo algún día’, y acto seguido pensar: ‘He de bajar a comprar el pan’, y hundirse el asunto en la vorágine del inconsciente tan presto como ha emergido. Pero el viernes pasado la semilla arraigó con más fuerza en mi mente. ¿Por qué? Pues porque estoy en paro. Cayetano -supongo- viajó por necesidad, yo lo haría por ociosidad.

Ante envites así, como por arte de birlibirloque, uno mismo se monta excusas para convencerse de que la peripecia no es sólo una locura, sino una estupidez. Y no sólo tú mismo te las creas, sino que a tu alrededor tratan de persuadirte de igual manera. Pero a veces no son excusas, sino razones de peso. Quiero repasar con vosotros los argumentos a favor y en contra por los que he declinado vivir la experiencia este año. A favor:

• La única razón para lanzarme a la aventura este mismo verano es el tiempo libre. Disfruto de un tiempo del que puede que en 2014 no disponga.
  

Las contras se basan casi todas en la inexperiencia y la falta de recursos:

• Camino a seguir
  He investigado sobre el itinerario y no me ha parecido muy complicado. Primero acudí a Google Maps, pero sólo indica el trayecto por carretera. Aún así, según este mapa, se tardarían unas 90 horas: con una media de seis diarias, en 15 días nos plantaríamos en la Tasca. Sin embargo, convendría añadir más jornadas debido a imprevistos y porque no transitaríamos por carreteras. Después indagué si se podría llegar mediante senderos y pistas de Grandes Recorridos (GR). Y sí:
  
• GR6: de Barcelona a Montserrat.
• GR172: de Montserrat a Bellprat o GR7 (¡ojo!, dirección Bellprat o GR7, porque hay una alternativa con el mismo nombre pero que se dirige hacia Tarragona).
• GR7: Esta vía cruza la península desde Andorra hasta Tarifa. De hecho, continúa más allá de la frontera con Francia. Pero para nuestra odisea nos interesa el lugar donde el GR172 y el GR7 se cruzan. Deberíamos seguir esta última senda durante gran parte del viaje:
• o bien, hasta topar con alguna indicación que señalara el GR8 (que discurre de Ulldecona a Villel), o bien, continuar hasta tropezarnos con el GR10 (de Valencia a Lisboa, pero que pasa por Villel). Parece que hay menos kilómetros eligiendo el GR10. El GR8 se cruza con el GR7 al final de Catalunya y a primera vista da más rodeos. En cambio, el GR7 parece ir más recto, hasta toparse con el GR10 ya en Valencia (en concreto, en Andilla). 
• En cualquier caso, ambos pasan por Villel. A partir de ahí, deberíamos seguir el curso del río hasta Casas Altas. En el siguiente mapa (o en este enlace), podéis observar todo lo que en los párrafos anteriores he descrito.
  
  

  

  Entre 450 y 500 kilómetros -en función de la ruta en coche- separan Barcelona de Casas Altas. 

• Nunca he bregado con trayectos de más de un día.
  De forma reciente, sólo he caminado por el Montseny y por Collserola -el paseo más largo de Horta al Tibidabo-; y todas las salidas en un mismo día o en una mañana. Con 15 años fui de Barcelona a Montserrat andando del tirón. Tardamos unas 15 horas y acabé por los suelos. Aunque el trazado podría ser alguno de los descritos más arriba, no tengo ninguna experiencia en recorridos de varias jornadas o semanas. ¿Hay refugios en los grandes recorridos para cada jornada? ¿Dependería siempre de mi tienda de campaña? ¿Podría acampar al raso? ¿Cuántos víveres debería acarrear mínimo en la mochila? Para una jornada, para dos...
  
  
• Equipo necesario, recursos y dinero
  Esto también lo he investigado un poco. Y el problema básico es el dinero. Tiendas de campaña ligeras cuestan unos cien euros, además de mochila y ropa impermeable, esterilla, saco, linterna, botiquín, hornillo, mapa, cantimplora, ropa adecuada (calcetines, camisetas varias y quizás dos calzados), repelente antiinsectos, teléfono móvil... pero hay mucho más material que ni había pensado: aquí más recomendaciones y cómo distribuir el equipaje en la mochila. A todo esto, pienso que, con anterioridad, convendría probar y habituarme al equipo en pequeños recorridos.
  
  
• Cómo actuar en caso de emergencia
  Nunca se sabe qué podría ocurrir por el camino: desde un accidente o enfermedad hasta a alguna agresión vandálica. Por eso también sería mejor hacer el trayecto acompañado o con alguna defensa.
  

En resumidas cuentas, pospongo –que no procrastino- la odisea por falta de experiencia y recursos, pero si el verano que viene dispongo de tiempo suficiente quiero intentarlo. Mientras tanto, si alguien de Casas Altas que viva en Barcelona se anima, podríamos preparar el viaje juntos, y entrenar y adquirir el equipo necesario durante este año. A lo mejor, alguien de Valencia también se apunta y podemos encontrarnos en algún lugar.

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